Desde mi punto de vista, el aprendizaje es tan amplio que en la mayoría de las ocasiones no llegamos a asimilar eso que descubrimos o identificamos, y aún más, no llegamos a darnos cuenta que a partir de ese momento algo cambia para siempre.
¿Por qué pienso que es tan amplio?. Porque tengo la idea que, si preguntamos a quien quieran ¿cuál fué tu último aprendizaje?, se referirán a algo que investigaron, probaron o buscaron: situaciones tales como “aprendí el significado de una palabra”, “averigüe cómo viajar en bus hasta cierto lugar”, “aprendí a cocinar una comida”, etc…
Y esto está muy bien, ya que es algo que tod@s mencionaríamos como respuesta y a simple vista nos representa cosas importantes:
Si aprendemos el significado de una nueva palabra, podemos ser más cultos, más conocedores de términos, entendemos más sobre algún tema, etc.
Si aprendemos cómo viajar en bus, quizás ahorremos tiempo, dinero, mejoramos nuestra movilidad…
Si sabemos cocinar algo nuevo, disfrutamos de un sabor que nos gusta, podemos invitar a alguien, podemos ahorrar tiempo y dinero para alimentarnos…
Es decir, el aprendizaje pareciera que está vinculado con una especie de “ganancia visible”, por llamarlo de alguna forma, pero no estoy seguro que prestemos atención a lo que pasa casi inadvertido:
Una nueva palabra aprendida quizás nos permita ganar seguridad en nuestras actividades y perder el miedo a no saber algo (ej.: el trabajo).
Saber viajar en bus, quizás nos habilita a conocer nueva gente o entablar relaciones con compañer@s, amig@s, conocid@s, que generan alegría, tranquilidad, seguridad, amor (¿por qué no?).
Cocinar un nuevo plato, puede llevar a invitar a amig@s a comer, por lo que sentiríamos alegrías, entusiasmo, fraternidad. O también puede ser la salvación cuando la situación económica no está bien o nos falta tiempo, saber cocinar algo puede generarnos tranquilidad y serenidad para seguir.
¿Qué pasa con este aprendizaje? ¿Que nos pasa cuando decidimos realizar un cambio para lograr algo que deseamos? ¿Lo único que aprendemos es sobre palabras, cocina, viajar? o, ¿aprendimos a cambiar situaciones?
Todo muy lindo, ¿pero que tiene que ver con Aprender Ontológico?
El Aprendizaje Ontológico está relacionado con esas experiencias de las que muchas veces, salimos distintos de como éramos antes. Son aprendizajes de caracter “transformacional” con los que, a partir de ese momento, empezamos a ver las cosas diferentes y a accionar ante la vida con otra perspectiva.
En los ejemplos anteriores, les hablo de cambios tales como sentir seguridad o perder el miedo, alegrías, motivaciones, amor y muchas otras más reacciones que vivimos pero que, generalmente, no registramos aunque han modificado algo en nosotros.
Estas reacciones ni más ni menos, podemos llamarlas “emociones”, de las cuales estoy seguro que hablaremos largo y tendido.
¿Y la bicicleta?¿Qué tiene que ver acá?
Muchos de nosotr@s aprendimos a andar en bicicleta, casi como una etapa natural de cualquier niñ@. Pero ahora me surgen algunas preguntas más (sí, este espacio está desbordado de preguntas, 🙂):
¿Quien recuerda lo que sintió en ese momento?
¿Que pasó el momento después de la primera vez en una bicicleta?
¿Qué visión teníamos antes y después de subirnos a la bici?
¿Agradecimos alguna vez ese aprendizaje?
¿Qué cambió a partir de ese momento?
Y creo que una de las preguntas más relevantes podría ser ¿Olvidaste alguna vez como es andar en bicicleta?, (o cómo era esa palabra, ese plato de comida o la forma de viajar en bus, etc).
Hete aquí un verdaderoAprendizaje Ontológico. Algo que incorporamos casi sin darnos cuenta que nos cambió para siempre y, como si fuera poco, no olvidaremos nunca. Las sensaciones o emociones que provocaron aprender a andar en bicicleta, quedaron en nuestro ser interior y nos llevaron a otro lugar que no pensábamos modificando nuestra vida. (Sin mencionar los beneficios que enumera Runner´s World, por ejemplo)
Confío qué en https://www.aprenderontologico.com/Blog/ vamos generar (junt@s) un espacio dónde empezaremos a identificar cosas que hasta ahora, nos pasaban por delante como invisibles, pero que una vez que se distinguen, nos darán la capacidad de elegir entre continuar como si nada, aunque ya sabemos que hay algo ahí que no veíamos antes o, modificar eso que vivimos de acuerdo a lo que nos gustaría que siga en el futuro.
Coaching Ontológico
Punto importante para aclarar, no es fácil llegar a reconocer todo lo que nos pasa así de sencillo ni mucho menos. Lleva un proceso de búsqueda personal y revisión de lo que conocemos hasta ahora, de asumir desafíos, de ser responsable de nuestras vidas y unas cuantas cosas mas.
Por suerte, hay una profesión muy generosa (ya hablaremos por qué digo esto) que facilita este proceso de distinción llamada Coaching Ontológico. SI, es una gran alegría saber que alguien nos puede dar una mano con algo tan complejo, como lo hace un Coach Ontológico Profesional.
Pero esto recién empieza y tenemos muchísimo para seguir explorando y creando juntos, porque este es el punto de partida en un viaje dónde vamos a Aprender, que no es poco… 🙂 😉 🙂